Así nació la marca Alpaca Loca

Annemarie, la fundadora de Alpaca Loca, siempre ha sido emprendedora. Hacía tiempo que soñaba con crear algún día su propia marca, pero con productos de calidad elaborados de forma sostenible. Durante uno de sus viajes como azafata, quedó maravillada por la industria lanera de los habitantes de la cordillera de los Andes. Así nació la idea de crear Alpaca Loca. 

Una vez de vuelta en los Países Bajos, pronto decidió volver a Ecuador para experimentar la vida en la montaña que tanto le había cautivado la primera vez. Annemarie: "La cultura allí es diferente a la del resto del país porque viven tribus indígenas con tradiciones muy antiguas. Los colores de los trajes tradicionales con el hermoso paisaje como telón de fondo hacen que el país sea tan alegre y cálido. Viven al día y son muy hospitalarios y cordiales".

Mientras Annemarie charlaba con muchas personas de las tribus de las montañas, aprendió más sobre su cultura y la hermosa lana de alpaca que usaban. Después de mucho buscar, finalmente la remitieron a una familia de tejedores de lana cercana con una pequeña fábrica casera, donde utilizan la mano y máquinas de tejer para producir los más bellos productos de lana de alpaca.

Annemarie: "Fui a visitarles y me recibieron con los brazos abiertos. Pronto se formó una asociación: yo iba a distribuir sus hermosos productos por toda Europa, y gracias a su artesanía, ¡lo conseguí! Sin sus conocimientos y habilidades, Alpaca Loca nunca habría tenido tanto éxito. Estoy muy agradecido por ello a los tejedores de lana y a todos los que ayudan en su comunidad".